Balance sobre la lucha de clases en Bolivia en el último año y perspectivas
I)
Sobre
el método dialéctico de orientación
“…El que se mueve en el terreno de la teoría en base a categorías
abstractas está condenado a capitular ciegamente ante los acontecimientos…”
León Trotsky. Bonapartismo y fascismo.
1.
Las categorías plantean de forma abstracta una
determinada idea sobre un fenómeno, su utilidad reside en poder plasmar
determinadas características esenciales
y orientarse en forma general sobre hechos similares. En otras palabras, las
categorías permiten de forma teórica determinar con más o menos exactitud un
hecho, pero se revelan insuficientes cuando se plantea la necesidad de analizar
un fenómeno en su dinámica interna y su conexión con otros hechos. Sin quitarle la rigurosidad de la esencia a las categorías y
conceptos, la única
solución es adoptar una forma dialéctica de análisis.
2.
Para el marxismo, que adopta un método
materialista dialéctico
a la hora de examinar un determinado fenómeno social, lo fundamental es saber
orientarse en función a la lucha de clases, esto significa poder vislumbrar que
intereses se forjan al calor de esta lucha, cuál es su correlación, ver las
tendencias internas y en función a ello desarrollar una estrategia que permita
preparar la lucha de la clase obrera hasta el fin que es la toma del poder.
Toda política revolucionaria debe estar orientada a que la clase obrera se
acerque a su objetivo, sorteando obstáculos, ganando confianza en sí misma y
preparándola para su lucha frontal contra los enemigos de clase en las mejores
condiciones posibles para asegurar la victoria.
3. Lo
contrario sucede cuando el método dialéctico es sustituido por la receta genérica, cuando el
análisis es reemplazado por la política aventurera-oportunista, cuando se
reemplaza la acción directa de las masas por las intrigas y las teorías
conspiracionistas, y peor aun cuando se desorienta a la clase obrera haciendo
pasar blanco por negro o deformando la realidad al mejor estilo Procusto para
que encaje en los análisis apriorísticos de los intelectuales de oficina.
4.
Uno de los principales errores en este sentido
es cuando la orientación se basa en categorías formales abstractas que pierden
de vista las tendencias generales del desarrollo. Entre la más característica
se encuentra aquella que plantea de forma mecánica la lucha contra los
gobiernos burgueses sin reparar en las condiciones en que se desarrollan o los
momentos en que se desencadenan.
5.
Un ejemplo histórico es la lucha estalinista
contra la socialdemocracia en tanto que gobierno burgués era igual que la
reacción fascista también burguesa. En términos históricos es cierto que ambas
son burguesas, pero la primera es una variante que apoyándose en la clase
obrera busca engañarla para sostener un régimen burgués conciliador y
reformista, mientras que la otra busca aniquilar al proletariado y sus
organizaciones sobre los escombros del régimen democrático mediante los métodos
de la guerra civil. Desarrollar una táctica adecuada en base a una orientación
de clase acertada permite preparar la lucha para aplastar a las dos variantes
mediante la revolución proletaria. Para ello los ritmos, la correlación de
fuerzas, la cohesión de clase, la situación del partido revolucionario, la
actitud de las capas más atrasadas de los trabajadores, la actitud de la
pequeña burguesía, las peleas inter-burguesas, la integridad o dispersión de la
burguesía, la crisis del capitalismo o
el repunte momentáneo, la situación del imperialismo mundial, etc., son
parte de un análisis fundamental para determinar si una lucha atraviesa una
fase defensiva o si bien es la hora de avanzar posiciones.
6.
El marxista que no toma en cuenta esto y se
orienta por categorías abstractas como “gobierno burgués” está destinado a
capitular ciegamente ante los acontecimientos, ya sea facilitándole las cosas a
una variante de la burguesía o en última instancia preparando el terreno para
una derrota más brutal de la clase trabajadora.
II)
Diferencia
entre bonapartismo y fascismo. Para una caracterización del M.A.S
“…La gran importancia práctica de una correcta orientación teórica se
manifiesta con más evidencia en las épocas de agudos conflictos sociales, de
rápidos virajes políticos o de cambios abruptos en la situación... Precisamente
en esos períodos surgen necesariamente toda clase de combinaciones y
situaciones transicionales, intermedias, que superan los patrones habituales y
exigen una atención teórica continua y redoblada…” León Trotsky. Bonapartismo y fascismo.
7.
El bonapartismo tradicional surge cuando la
clase dominante de un país imperialista, en este caso la burguesía, pierde
hegemonía producto de una crisis económica y el proletariado equilibra la
relación de fuerzas. Entonces la burguesía ya no logra dominar mediante el
régimen democrático tradicional, se crean condiciones especiales para que surja
una figura que se coloca como árbitro entre las clases en pugna, ubicándose por
encima de toda la sociedad y de sus instituciones democráticas. Pero a pesar de
su aparente independencia, objetivamente su rol es el de salvaguardar el
régimen burgués y si la crisis se profundiza prepararle el terreno al fascismo. No es un
régimen democrático ni fascista, sino intermedio, transicional. A medida que la
crisis se agudiza y que el bonapartista tiene mayores dificultades para ejercer
de árbitro, el régimen progresivamente se apoya cada vez más en la burocracia
estatal, en la policía, el ejército y las cárceles. Es entonces cuando se dice
que aumenta el grado bonapartista del régimen. Naturalmente son regímenes inestables,
las clases luchan por romper el equilibrio temporal a su favor. Se llama
bonapartismo, porque tanto Napoleón como Luis Bonaparte fueron casos
sobresalientes de este tipo de régimen.
8.
El
bonapartismo adquiere características particulares en países semi coloniales.
Segun Trotsky: En los países industrialmente atrasado el capital extranjero
juega un rol decisivo. De ahí la
relativa debilidad de la burguesía nacional respecto del proletariado nacional.
Esto creo condiciones especiales de poder estatal. El gobierno oscila entre el
capital extranjero y el nacional, entre la relativamente débil burguesía
nacional y el relativamente poderoso proletariado. Esto le da al gobierno un
carácter bonapartista sui generis, de índole particular. Se eleva, por así
decirlo, por encima de las clases. En realidad, puede gobernar o bien
convirtiéndose en instrumento del capital extranjero y sometiendo al
proletariado con las cadenas de una dictadura policial [bonapartismo
reaccionario], o maniobrando con el proletariado, llegando incluso a hacerle
concesiones, ganando de este modo la posibilidad de disponer de cierta libertad
en relación a los capitalistas extranjeros [bonapartismo conciliador]... (La
industria nacionalizada y la administración obrera).
9.
En el caso de los primeros su viraje desde
posiciones democráticas a otras más autoritarias está enmarcado en ciertos
límites que no pueden superarse por que responden a otras configuraciones entre las clases. Así
como el nacionalismo burgués en momentos de crisis se vuelve más reaccionario y puede dar
lugar a golpes bonapartistas más reaccionarios o incluso allanar el camino para
golpes fascistas, está claro que no puede, por su razón de ser ni por las bases
en las que se apoya,
transformarse en este último. Se puede aplicar las mismas características que
Trotsky utilizó para rechazar la criminal política estalinista de decir que la
socialdemocracia en Europa era gemela del fascismo.
10. Lo
mismo rige para su contrario, es decir, el nacionalismo burgués no puede en su
negociación con el imperialismo llevar una lucha antiimperialista hasta las
últimas consecuencias por temor a desencadenar un movimiento de masas de los
trabajadores del país que terminaría sepultando su propia existencia como clase
social.
11. Existen
tendencias dentro del marxismo que sostenían que el gobierno bonapartista del
M.A.S se transformaría en un régimen fascista. Semejante planteo era explicado
en base a que siendo la base del M.A.S de origen pequeño-burgués (en este caso
campesinos), y siendo esta la base social de los fascistas el gobierno
terminaría adoptando ese carácter. Este grosero error los terminaría empujando
a una capitulación hacia un movimiento de derecha reaccionario que se camuflaba
bajo consignas de defensa de la democracia.
12.
Para explicar nuestra posición partamos de
entender qué es
el M.A.S. El M.A.S emerge como un gobierno bonapartista luego de una rebelión
popular contra el gobierno y los partidos tradicionales que eran organizados
bajo la tutela directa del imperialismo yanqui, y en el contexto de una
durísima crisis económica.
13.
Decimos que el M.A.S surge como bonapartista conciliador por que logró
movilizar a su favor a la enorme masa de campesinos, obreros y sectores
populares de las ciudades, pero al mismo tiempo los contuvo dentro de un
régimen burgués semidemocrático en el que garantizaba la buena marcha de los
negocios de la burguesía nacional y trasnacional. Era el típico gobierno
burgués nacionalista que coqueteaba con obreros y campesinos mediante algunas
concesiones al tiempo que buscaba demostrar al imperialismo ser un excelente
garante de sus negocios en el país. De ahí viene el concepto bonapartista, es
decir, como el gobierno que en apariencia se eleva por encima de las clases
como un gran árbitro de la nación.
14.
Esta capacidad de satisfacer a la burguesía
mientras contenía a los sectores populares mediante pequeñas reformas sólo era posible en un país
semi-colonial como Bolivia gracias a la extraordinaria bonanza económica que
experimentó la región entre el 2006 y el 2014.
15. Pero
cuando el crecimiento económico ya no garantizó la posibilidad de sostener esta
forma de política conciliatoria, el gobierno se vio obligado a ajustar a los
sectores populares para poder seguir demostrando a la burguesía que ellos eran
la mejor opción para mantener sus ganancias intactas. Fue la época del fin de
las concesiones a los
explotados, de los pactos con la oligarquía terrateniente y de un
marcado giro hacia posiciones más autoritarias para disciplinar a los sectores
populares. Este giro fue proporcional a la crisis cada vez más sentida en la
economía.
16. Este
péndulo desde posiciones más democráticas a otras cada vez más arbitrarias es
una tendencia de este tipo de gobiernos bonapartistas que terminan derrotados
ya sea por otros gobiernos bonapartistas más reaccionarios que mediante la
represión vuelven a estabilizar la situación social (que puede adoptar un falso
parlamentarismo o una dictadura policial-militar), como también mediante un
golpe fascista donde el proletariado es derrotado físicamente en su vanguardia
y aniquiladas todas sus organizaciones. Nuestro programa plantea el derrocamiento de este tipo de gobiernos,
pero mediante una revolución socialista.
17.
En todo caso es un hecho que las tendencias
reaccionarias que desarrolló el M.A.S en su último periodo abrieron camino para
un impulso posterior en ese sentido, allanando el camino para que el nuevo
gobierno bonapartista reaccionario busque aplacar la lucha social mediante la
represión y la mentira. Este movimiento como mencionamos antes se logró
afianzar en el marco de una crisis capitalista mundial, el avance de
movimientos reaccionarios en la región que buscan derrotar y desmoralizar a los
sectores en lucha para desarrollar una política abiertamente en favor del
imperialismo yanqui.
18.
Cuando caracterizamos al M.A.S como un gobierno
bonapartista conciliador esto
no quita que en su esencia sea un gobierno burgués, anti-obrero y
pro-imperialista, simplemente se trata de regímenes que por las características
y el medio en que se desarrollan (lucha histórica de los explotados contra los
gobierno pro-imperialistas) deben buscar la conciliación de clases para
negociar con sectores del imperialismo en mejores condiciones.
19.
Si bien estas categorías permiten caracterizar
en algún momento determinadas formaciones sociales es importante no abstraerlas
de su base social y la correlación de clases que las sostienen. El esquematismo
en situaciones de transición y bruscos virajes muchas veces terminan
estrellándose contra los hechos de la vida. La única forma de no caer en ello
es una atención teórica redoblada junto a una verdadera fusión con los actores
en lucha.
III)
¿Cuál
era la orientación general de los hechos en la crisis de octubre?
20.
Existen para el análisis marxista elementos de
primer orden, y otros de segundo. Dentro del primer orden están las causas
económicas, el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, la composición
de las clases sociales, sus relaciones reciprocas y el papel del país en la
cadena de la economía global. Las causas de segundo orden son el grado de
desarrollo cultural del país y los componentes de la esfera superestructural.
21.
La relación entre ambos es dialéctica y no
mecánica, eso significa que en determinadas ocasiones un elemento de segundo
orden puede volverse sumamente relevante, mientras que elementos de primer
orden pasen momentáneamente a un segundo plano. Esto hecho que asusta a muchas
mentes prolijas es un fenómeno normal en la naturaleza.
22. Determinar
este fenómeno y su dialéctica es la tarea del marxismo. Para éste la base del
análisis de un acontecimiento social y político es la lucha de clases. Es en
relación a la lucha de clases que los elementos de primer orden deben ser
analizados en su relación con los demás hechos secundarios de la vida social.
23. Siguiendo
con el anterior análisis lo primero que debemos ver para analizar la crisis
política de octubre es la tendencia que asumían los hechos dentro de su propia
dinámica. Lo primero que salta a la vista es la profundización de la crisis
económica en la región dentro del contexto de la crisis capitalista mundial.
Este fenómeno ha provocado que el conjunto de los gobiernos latinoamericanos
haya aplicado una receta anti-popular para ajustar las cuentas y tratar de
seguir garantizando los negocios de la clase capitalista.
24.
Si bien el imperialismo norteamericano nuca dejó
de ser el principal inversor de la región estaba claro que muchos de los
gobiernos de los auto-denominados “post-neoliberales” con su jerga
anti-imperialista y su montaje sobre luchas revolucionarias de las masas en la
crisis de principio de siglo eran regímenes que tarde o temprano debían ser
barridos ya que su principal función de muro contra las aspiraciones de los
oprimidos había sido cumplido. La ola revolucionaria había pasado hace rato y
las tendencias más reaccionarias volvían a tomar fuerza.
25.
En ese marco mundial y latinoamericano hay que
ubicar el conflicto de octubre en Bolivia para entender la orientación política
que tomaban los hechos. Y frente a eso asumir una posición de clase
independiente que denunciara en primer lugar la tendencia de escalada reaccionaria del proceso
para orientar a los trabajadores sobre lo que significaba la crisis y quién la
estaba capitaneando, explicando que eran los sectores tradicionales de la
burguesía que hoy le soltaban la mano a Evo para poner en su lugar un gobierno
títere del imperialismo yanqui.
26.
A partir de esa caracterización correspondía a
una verdadera organización revolucionaria explicar a los trabajadores que el
derrotero tenía como máximo responsable al gobierno del MAS por gobernar para
las elites capitalistas terratenientes, por tener una política anti-obrera y no
haber roto nunca con el imperialismo. Esta explicación nos permitiría desnudar
el carácter del gobierno fraudulentamente denominado “socialista” y así
explicar la necesidad de un partido propio de la clase obrera con un verdadero
programa revolucionario.
27.
Solo una política así de clara e independiente
permite dejar esclarecida a la vanguardia proletaria sobre la lucha que se
avecina, distinguir las variantes
burguesas en pugna, y aprovechar su confrontación coyuntural en favor de una
política de clase independiente.
IV)
Sobre
nuestra caracterización de golpe de Estado
28.
Las características esenciales de un golpe de
Estado son 1) la destitución por la fuerza de un gobierno constitucional, es
decir por las FFAA, 2) el cambio de gobierno sin un mecanismo constitucional.
29.
Como
se ve en esos dos puntos, es la transgresión de los límites de la Constitución
burguesa lo que da lugar a un Golpe de Estado. Por lo tanto, debe quedar bien
claro que el golpe de Estado es una categoría que se define en términos
jurídicos burgueses.
30. En
el primer caso tenemos una clara intervención militar-policial que rompe
constitucionalmente con el mandato que tienen las fuerzas represivas. El
artículo 245 de la C.P.E plantea que la organización de las Fuerzas Armadas
descansa en su jerarquía y disciplina. Es esencialmente obediente, no
delibera y está sujeta a las leyes y a los reglamentos militares. Como
organismo institucional no realiza acción política. Lo mismo se plantea el artículo 251 para la
policía. En el momento que los policías se amotinan frente a las órdenes del
ejecutivo y el General de las FF.AA “sugiere” la renuncia del presidente tenemos
una ruptura del orden constitucional que desencadena el movimiento golpista.
31. En
el segundo caso en apariencia se estaría respetando el mecanismo de sucesión
constitucional pero esto estuvo determinado por la fuerza, en dos momentos,
primero por lo desarrollado en el párrafo anterior (desobediencia
militar-policial), y segundo porque tuvieron que renunciar nada menos que los 4
masistas que debían asumir por sucesión, (Álvaro García Linera, Adriana
Salvatierra, Víctor Borda, y el senador Rubén Medinaceli), sea por
amedrentamiento o amenazas, incluso secuestro a familiares. Y como si esto
fuera poco asume la presidencia un representante del partido que en las
elecciones fue el menos votado, formando un gobierno con lo más rancio de la
derecha tradicional que sin legitimidad alguna se encargó de “pacificar” al
país a punta de bala y tanques.
32.
Las cosas hay que llamarlas por su nombre. Para
poner un ejemplo en Brasil no hubo golpe con el impeachement, fue una medida de
destitución contemplada en la misma Constitución, es decir, son las propias reglas
de juego de la democracia burguesa. Partidos como la LORCI en su proceso de
capitulación ante gobiernos de nacionalismo burgués como el MAS, afirmaron que
se trató de un “golpe institucional”, definición que sería la antesala de su
posterior llamado a votar por el PT.
33.
Está claro que el MAS fortaleció las
instituciones represivas, y sobre todo al Ejército, que Kaliman juraba lealtad
hasta el final, y que incluso sectores del masismo querían que tomara el poder
en octubre. Pero eso lo único que prueba es que el MAS de muchas maneras es
responsable del golpe que le dan. Más allá de eso no prueba nada, porque no es
raro que las fuerzas represivas juren lealtad hasta vísperas de dar un golpe.
Un caso, incluso mucho más radical, es el de Pinochet al gobierno de Allende.
34.
De acuerdo con nuestra caracterización hubo
golpe de Estado, pero esto no significa que el MAS haya sido víctima, de hecho
fue responsable, por haber fortalecido política y económicamente al sector
burgués que le dio el golpe y a las FFAA, por haber perdido el apoyo popular
militante producto de su política anti obrera y burguesa, por ratificar por la
negativa la teoría de la revolución permanente de que en la época de dominación
imperialista la burguesía nacional es incapaz de cumplir las tareas demo
burguesas pendientes que el pueblo explotado expreso de manera contundente en
la agenda de octubre, por haber capitulado sin lucha y haberse apresurado para
negociar y darle un manto de legalidad al nuevo gobierno mediante el parlamento
y por haber corporativizado al movimiento obrero inmovilizándolo.
35. Para algunos marxistas que se
orientan por categorías abstractas sin eco en la lucha de clases el MÁS ha sido
responsable de su caída pero
no por las causas mencionadas en el párrafo anterior, sino por el fraude electoral. El fraude en todo caso fue
un disparador, desde
una perspectiva marxista es un factor de segundo orden ante causas
económico-estructurales y de clase. En apariencia fue el hecho principal, pero
su importancia radica en que la
coyuntura elevo a primer plano, en que sirvió para aglutinar el
descontento que ya existía y en que facilitaba una salida capitalizable por la
derecha tradicional al diluir problemas materiales bajo una consigna
democrática como el respeto al voto.
36.
Pero tampoco llevamos la responsabilidad del
M.A.S hasta el absurdo. Está claro que deseaba conservar el poder por cualquier
medio, incluso el fraude. Al
final los sectores de la burguesía tradicional efectuaron el golpe junto a los actores
más reaccionarios que tomaron la dirección de la protesta con Camacho a la
cabeza y las bandas de tintes fascistas, las UJC y la RJC. El golpe final lo
dio EEUU mediante la OEA y el pedido de renuncia de las FFAA.
37.
En la lógica de un demócrata burgués se nos
objetaría: “Si reconocemos el fraude, el golpe lo estaba dando el MAS a la
población”. Las
características del fraude no legitimaban constitucionalmente a otro gobierno,
ni siquiera a Mesa. Por lo que si verdaderamente hubiera sido un movimiento por
la democracia (burguesa) se hubiera detenido al lograr segunda vuelta ¿Pero
porqué detenerse si la
democracia era un pretexto para movilizar incautos? El poder del Estado ya
estaba al alcance de la mano, entonces pasaron a exigir la renuncia de Evo
Morales. El conflicto
evoluciona, y con el sus consignas, pero, en este caso, para ser capitalizado
por la derecha tradicional. El que empieza a posicionar la consigna de renuncia
es Camacho. Finalmente se posicionó el partido que obtuvo un 3% de los
votos. Nuestro interlocutor insiste: “Pero si al final se han convocado a
nuevas elecciones, la intención del nuevo gobierno fue pacificar y ser de
transición'”. El gobierno entro a masacrar, con el objetivo de aprovechar el envión de derrocar al MAS para avanzar
contra las masas tanto como pudiera, para ello era necesario tomar el poder del
Estado.
38. La correlación de fuerzas resultante
fue gracias a la resistencia de las masas, pero no fue gratuita, si Añez no
pudo ir más lejos, si los masistas conservaron posiciones de poder, fue porque
negociaron sobre la base de esa resistencia de las masas.
39. En
un análisis escolástico ajeno a la concepción marxista, analizando los acontecimientos sólo mediante
las categorías de causa efecto, el razonamiento es que
el MAS ha promovido la violencia, sea mediante el fraude o enfrentamientos
físicos, y que al “pueblo” no le quedó más alternativa que defenderse. La
realidad es más compleja, siempre hemos dicho que se trata de una lucha inter
burguesa, el MAS no es el único actor político cuyas acciones determinan las de
los demás. Por supuesto que protege sus intereses por distintos medios, las
otras variantes burguesas también, un día les conviene hablar de democracia al
siguiente posicionan en el ejecutivo al partido menos votado en las elecciones.
Esto no tiene nada de raro, se llama lucha de clases. Protestar en contra de
que una variante burguesa defienda sus intereses es protestar contra la
realidad en vez de intentar comprenderla para poder modificarla.
40.
Parcializarse viendo sólo las acciones del
MAS, es naturalizar el resultado, no ver las contradicciones, lo que finalmente
decanta en no denunciar que el gran vencedor fueron los sectores de la
burguesía tradicional en el marco de una pugna interburguesa, donde el discurso
de la democracia fue una herramienta que se combinó con bandas fascistas.
41.
Por otro lado, negamos que haya sido un
golpe premeditado por el imperialismo yanqui, éste apoyó al MAS a través de la
OEA hasta comprobar, a lo largo de las semanas de lucha contra el fraude, que
no tenía un apoyo de masas y que era momento oportuno para darle el golpe de
gracia haciendo pasar a las FFAA de la pasividad expectante al pedido de
renuncia, lo que a su vez le permitía un gobierno propio. Esto es importante
porque la idea de que el imperialismo orquesto milimétricamente lo que sucedió,
pretende hacer ver al MAS como víctima y al mismo tiempo negar que los negocios
imperialistas de EEUU fueron muy bien con Evo Morales, a pesar de haber perdido
algo de terreno en la economía frente a otras potencias. Esto no excluye que los grupos fascistas como
la juventud cochala llevaban meses preparándose para un escenario de
confrontación. Prepararse para un posible escenario es muy diferente a crearlo.
V)
Caracterizaciones
políticas y desenvolvimiento de los acontecimientos
42. Nuestra
posición explica coherentemente la conexión entre las primeras movilizaciones y
las segundas. El MAS, que no tuvo apoyo masivo en las calles para sostenerse,
tampoco lo tuvo para reclamar por la vuelta de Evo Morales. Los que sostienen
que el MAS ya no tenía apoyo popular ¿cómo pueden sostener, al mismo tiempo,
que las masivas movilizaciones post renuncia de Morales fueron organizadas por
el partido que cayó por haber perdido la capacidad de movilizar a las masas?
43.
No comprenden que las fuertes protestas post
golpe fueron por la enorme bronca que suscitó la afronta a la whipala y a las
mujeres de pollera en los sectores más empobrecidos de la población, que se
reconocen como indígenas. Los sectores populares, identificando al nuevo
gobierno como expresión del racismo más recalcitrante salieron a combatirlo,
pero en ningún momento tomaron
la ofensiva, cada movilización a partir del 10 de noviembre fue una reacción
ante ataques del gobierno. Primero reivindicando la whipala, luego por los
primeros asesinados, después contra los decretos a favor de las FFAA y las
masacres. Por ejemplo, la quema de la UTOP de El Alto fue luego de que la
policía asesine al primer alteño. En ese tono eran las resoluciones de los
cabildos y obviamente exigiendo la renuncia de Añez que resumía toda la
ofensiva estatal.
44.
Se
podría razonar de manera superficial que el carácter racista del movimiento
golpista es lo que le da el elemento reaccionario al proceso (quema de la
wipala, la biblia como estandarte). Pero no es así. El carácter reaccionario
general del movimiento es por su orientación anti-obrero y anti-indígena que
busca sepultar la lucha histórica de la guerra del gas, que es anti-estatista,
pro-yanqui y recién a partir de ello como no podría ser de otra manera en
Bolivia se basa en el racismo recalcitrante. No se puede dejar de lado que el
racismo es un elemento importante de la lucha de clases, que la burguesía
utiliza para reforzar su dominación y desmoralizar a los oprimidos. Por eso
creemos que los rasgos racistas que asumió el proceso eran intrínsecos de la
forma que tiene la clase dominante de imponer su agenda. Y este elemento
claramente fue un disparador de la resistencia popular post-golpe. Un análisis
formal abstracto podría decir que un patrón que despide a un obrero y otro que
al despedirlo le dice “fuera Indio” son a fin de cuentas igual de reaccionarios
porque desde la perspectiva de clase en ambos casos el obrero fue despedido.
Pero el fascismo no es un enunciado abstracto sino una realidad viva. Para
posicionarse en un país debe asumir el discurso adecuado a las condiciones del
país. En Bolivia, país donde las clases populares son eminentemente de
procedencia indígena, que históricamente han sido humilladas y sometidas
mediante el catolicismo, el fascismo, como vanguardia de la reacción contra
esas clases, necesariamente debe ser racista, debe ser católico, debe pisotear
la wipala, porque debajo de esas formas subyace la lucha de clases. Es
innegable que cuando la dirección de la lucha contra el fraude adquiere ese
discurso y esas características, significa un avance de la reacción. Significa
que no se trata sólo de sacar del poder al MAS sino de avanzar cuanto se pueda
contra las masas.
45.
Fue
un proceso reaccionario porque el MAS representa, de manera deformada, el
levantamiento de masas que lo llevo al poder. Su desgaste, si no tiene como
corolario un nuevo levantamiento de masas revolucionario, entonces será
aprovechado por la reacción, para la cual, arrebatarle el poder al MAS es
apenas un momento de una lucha más profunda que significa sepultar octubre del
2003. Para poner un ejemplo más claro dada la profundidad del desgaste, en
Venezuela, donde el chavismo ha conducido a una crisis de tal magnitud que las
masas escapan del país, superficialmente parecería que no es posible una
situación más reaccionaria, pero claro que es posible, una intervención yanqui
sería sin dudas una culminación reaccionaria al proceso chavista (basado,
aunque de manera deformada, en los procesos de levantamiento popular, y con
políticas estatistas). Los revolucionarios tenemos el deber de enfrentar esa
intervención, preparando las condiciones subjetivas para la toma del poder por
el proletariado.
46.
Si
bien el proceso fue reaccionario, no devino en un golpe fascista. El gobierno
de Añéz asumió como un bonapartismo reaccionario con tintes fascistas, y más
aún la dirección de la movilización que lo llevo al poder liderada por Camacho.
Sin embargo, luego del golpe, provocando y atacando a las masas como ya
señálamos, el gobierno de Añez tenso la cuerda para comprobar la resistencia de
estas. Luego de las masacres comprobó que esa resistencia era superior a sus
fuerzas. Viéndose obligado a atenuar su política de abierta confrontación,
corre a los ministros de Camacho que representaban el ala más reaccionaria,
busca acuerdos con las centrales obreras como la COB, prorrogando por dos años
a su dirección, y entra en negociaciones con el MAS, partido que si bien fue
incapaz de movilizar a las masas en su defensa, si se mostró todavía capaz de
contenerlas.
47.
Por
eso nosotros caracterizamos al gobierno de Añéz de bonapartista reaccionario.
La LORCI siempre se refiere al gobierno de Añéz como golpista. Así, eleva una
característica secundaria, (como llego al poder), al rango de esencial, (porque
ese es el rango que se le da a la palabra que se elige para nombrar a un
gobierno). Es tan incorrecto, porque explica tan poco de la política del
gobierno con respecto a las clases sociales, como limitarse a decir que el MAS
es constitucional porque accedió mediante elecciones. Considerar cómo llego al
poder como lo esencial es una desviación que siembra ilusiones en los alcances
de la democracia burguesa. Nada raro en una organización que se ha adaptado a
la democracia burguesa al punto que su auto critica del voto de sus
parlamentarios argentinos a favor del sionismo fue que el Parlamento los obliga
a tratar leyes a libro cerrado y que ellos “se ven forzados” a aprobar sin
siquiera leerlas. Pero además, al poner énfasis en que es un gobierno golpista,
la LORCI da a entender a sus lectores que en lo sustancial es un gobierno
fascista, pretendiendo así justificar su acercamiento al MAS.
48.
Somos
categóricos al afirmar que el MAS no organizó las movilizaciones post golpe.
Trabajo por contenerlas y llevarlas a la derrota, especialmente en El Alto.
Pretender que el MAS movilizó con la intención de negociar es invertir los
hechos. La realidad es que aprovechando la movilización y demostrando ser capaz
de contenerla es que forzó al imperialismo yanqui a sentarse a negociar en tanto
sea incapaz de aplastar a las masas. Aun
así, esa negociación no puso fin a la lucha a su antojo, quienes así razonan
subestiman el rol político de las masas como si fueran títeres de esas
direcciones, primero fue necesario desgastar la lucha y ejecutar varios
asesinatos y un par de masacres.
49. En
el cabildo en el teleférico rojo de la ciudad de El Alto una Bartolina Sisa se
atrevió a extraer la conclusión, para ella lógica, de que exigir la renuncia de
Añez conducía a pedir el retorno de Morales, pero fue fuertemente repudiada. En
ninguno de los cabildos de la ciudad de El Alto hubieron banderas masistas ni
resoluciones a favor de la vuelta de Evo. El escenario era propicio para agitar
una política obrero y popular independiente de las variantes burguesas,
mínimamente por congresos de FEJUVES y de la COB, siendo que cada día se los
hacia marchar hacia La Paz sin planificación ni objetivos claros chocando con
la represión policial y sin logros concretos. La situación de los entes
matrices de división y burocratización se identificó rápidamente como un
problema principal y era lo más discutido en los numerosos mítines que surgían
espontáneamente en la ciudad.
El cabildo mencionado desconoció a la FEJUVE masista de Villasantes, resolvió
la toma de la FEJUVE y posicionó a una nueva dirección a la cabeza de Fernando
Condori con el mandato de convocar a Congreso de unificación, pero esta
dirección no tardo en traicionar al movimiento.
VI)
Carácter
de clase de las movilizaciones y de su dirección
50.
Algunas organizaciones de izquierda fueron
porfiadas en que
debíamos intervenir en la movilización contra el fraude, argumentando que lo
que estaba en juego era una conquista social importante como las elecciones
libres frente a un crecimiento desmedido del carácter tiránico del gobierno de
turno.
51. Pero
más allá del carácter formal de la reivindicación del respeto al voto lo que
algunos sectores de izquierda nunca pudieron percibir y que es fundamental para
un análisis marxista es qué estaba en juego en el fondo del asunto, qué
sectores de clases estaban movilizados y qué intereses imperialistas había en
juego.
52. Sobre
este asunto a pesar de que, a excepción de Potosí, la participación obrera y de
sectores populares empobrecidos era marginal, era correcto desarrollar una
política para que la clase obrera intervenga de forma independiente, tomando la
consigna de nuevas elecciones, pero con delegados electorales elegidos por los
propios explotados en asambleas de base. Nuestra organización, precautelada por un correcto instinto de clase de
que el movimiento tenía muy grandes chances de ser capitalizado por la derecha
tradicional, con un análisis correcto en el sentido de lo señalado del párrafo
23 al 26 de este documento, cometió el error de llevar esa cautela al punto de
no intervenir en el proceso. La lucha contra el fraude tuvo dos momentos, uno
en que estaba en disputa la dirección y era necesario participar y otro a
partir del cual la dirección fue tomada por Camacho y cia. A partir del cual
debía ser enfrentada. Sin embargo, esta auto critica es atenuada por el hecho
de que la realidad no separa estos momentos de forma esquemática; todos los
elementos que condujeron a la toma de dirección por los grupos fascistoides ya
estaban presentes en germen en la primera etapa, el más importante de ellos, la
composición mayoritariamente pequeño burguesa que caracterizaba a los
movilizados.
53. El primer momento fue una
característica distintiva respecto al 21F, movimiento al que siempre nos
opusimos porque invariablemente estuvo dirigido por la derecha tradicional y
porque no intervinieron sectores de masas populares. A diferencia del 21F, como
resultado de la profundización de la política anti obrera del MAS y su ataque a
distintos sectores como ADEPCOCA, mineros de Chojlla, fabriles, y el regalo de
los recursos potosinos a facciones del imperialismo, el movimiento contra el
fraude tuvo un carácter de clase más diverso y con la dirección indefinida en
una primera etapa.
54.
Por
eso, es apropiada la auto critica, y, en ese sentido, la política del
POR de impulsar un Comité cívico popular en Cochabamba fue correcta en cuanto a buscar un órgano
independiente para la intervención de las masas populares. Pero como el POR
carece de una estrategia soviética se terminó decantando por una forma
organizativa que es una continuidad de la institucionalidad burguesa (cabildo
cívico) que terminaría acoplado y subsumido por el movimiento pequeño burgués
citadino que estaba en la línea reaccionaria. Finalmente el POR se puso como
furgón de cola de los intereses de la burguesía tradicional bajo el discurso de
“unidad contra el tirano”. Esta intervención en
la lucha contra el fraude dejo de ser correcta tan pronto como los
comités cívicos tradicionales tomaron la dirección, a partir de ese momento se
debía denunciar que el movimiento bajo consignas democráticas abstractas
conducía concretamente a la conquista del poder por la derecha tradicional. El
POR no diferenció estos momentos con un criterio de clase, sino que se mantuvo
bajo el principio abstracto democrático burgués de combatir el fraude, sin
importar quien dirigiera el movimiento. De esta manera no desarrollo una
política independiente, sino que se posicionó en el campo de una de las
variantes burguesas en pugna. Exactamente la misma política que vino
desarrollando desde el 21F.
VII)
Respecto
de las movilizaciones post golpe
55.
Uno puede marearse por el hecho de que el
movimiento contra el fraude logro resistir y triunfar mientras que el que lo
siguió no. Pero este último, a diferencia del primero, recibió toda la furia de
las FFAA y sus dirigentes jugaron a perder y a desmovilizar.
56.
También desorienta que sindicatos y entes
matrices de trabajadores participaron en la lucha contra el fraude en mayor
medida que desde el 10 de noviembre o pidieron la renuncia de Morales. Pero
hablar de participación de sindicatos es una abstracción, hay que distinguir
entre base y burocracia. En la gran mayoría de los casos se presentaron las
cúpulas burocráticas, muchas de ellas pro patronales como Soboce en Sucre. Por
ejemplo, cuando se habla de apoyo de la UPEA, no es lo mismo la UPEA movilizada
masivamente del 2018 y dispuesta a enfrentar la represión durante meses, que la
UPEA de la pequeña marcha del rector con su grupo de estudiantes llunkus y
administrativos contra el fraude. Lo que sí es correcto, es afirmar que, si las
burocracias se animaron a tomar partido y que eso no les ha costado la cabeza
hasta hoy, es debido a que la base estuvo inmovilizada por mucho tiempo e
impotente ante la suerte de un gobierno que demostró ser anti obrero y que
sufrieron en carne propia. Desde el 10 de noviembre el componente de base
obrero fue muchísimo mayor, pero desorganizado y sin representación sindical.
57. Haciendo
eco de la prensa burguesa y del gobierno de Añez y, al igual que estos, sin
prueba alguna, algunas organizaciones pseudo marxistas afirmaban que cada
revuelta popular que se suscitaba estaba organizada por el MAS con grupos de
terroristas y vándalos, con armas de fuego y dinamitas. Es por esto que en
ningún momento denunciaron el asesinato de más de 40 personas entre el 10 y el 19 de
noviembre. Justificando las masacres de esos diez días, y sirviendo para
complementar en las redes sociales la manipulación, la desinformación y el
cerco mediático practicado desde los canales, periódicos y radios, se prestaron a su juego
convirtiéndose en cómplices.
58. El
objetivo del gobierno de Añez fue engañar a la opinión pública, haciendo pasar
los asesinatos y las masacres como hechos justificados y necesarios. No
sospechaba que para tan ingrata tarea recibiría ayuda desde organizaciones de
izquierda como el POR, directivos de centros de investigación como el CEDLA o
el CEDIB, o militantes sin organización que solo parlotean desde las redes
sociales. Cómplices del
gobierno sea expresamente o por omisión. Quisiéramos creer que fueron
engañados, que no engañaron a otros conscientemente, que tuvieron, desde sus
convicciones, la mejor de las intenciones. Pero este hecho no disminuye en nada
su complicidad con el discurso oficial y es un antecedente funesto. No en vano
decía Lenin que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.
59.
Abandonando el marxismo se abrazan a teorías
conspirativas. Para
este pequeño círculo de charlatanes la renuncia de Morales no fue resultado de
la lucha de clases, sino un plan premeditado por el M.A.S para poder impulsar
una guerra de guerrillas, lo que Murillo llamó el plan Quintana. Esgrimiendo la
idea anti marxista de que la mejor forma de conservar el poder del Estado sería
cediéndolo.
VIII)
Respecto
de la masacre de Senkata en particular
60. En
el caso de los acontecimientos de Sacaba mucho se habló sobre el armamento de
los manifestantes. Pero teniendo en cuenta la enorme campaña en los medios
parcializados en favor de esta tesis y la falta de heridos por parte de la
policía (la alevosa desproporción de muertos y heridos, donde del lado policial
se anota un doble 0), podemos afirmar categóricamente que fue una masacre.
Respecto de la dirección, aquí sí que no caben dudas que fue del MAS, siendo
que eran del Chapare, sector donde tiene un férreo control. También es muy
posible que siendo un sector que no los iba a desbordar, la dirección masista
se atreviera a radicalizarlo, mientras que en El Alto intentaba contenerlo.
Este hecho, presta a la confusión y fortalece el discurso oficial, al dirigir
el MAS en Sacaba es fácil suponer que dirigió las movilizaciones en todo el
país.
61. En
cuanto a Senkata sí que sabemos de primera mano lo que ocurrió, en la misma
línea que antes sectores de izquierda incluidos el POR prefirieron repetir las
mentiras de los medios burgueses (como que hubo intención de quemar la planta
de gas). Luego como buenos pequeño-burgueses se mostraron indignados porque
“vándalos masistas habían derribado una pasarela“, indignándose por una
pasarela y no por más de veinte
personas masacradas, satanizando las medidas del pueblo para defenderse y
justificando la represión y hasta los asesinatos de las FFAA, es decir
sosteniendo ideológicamente el accionar de las fuerzas represivas.
62. En
la lucha contra el fraude vimos muchas veces gente sentada con una pitita en
una reposera y hasta haciéndose una parrillada, pero contra un Ejército que te
fusila para levantar un bloqueo, o se opta por rendirse o se busca lo que haya
a mano para restablecer una barricada, y resulta que a veces lo que hay a mano
es una pasarela. En todas las épocas los explotados se han defendido como han
podido, muchas veces haciendo daños materiales para no ser masacrados, y
siempre la prensa burguesa ha hecho ver que los violentos eran ellos y que
quienes los fusilaban no tenían otra opción. Es lamentable, que gente que se
dice marxista elija el bando de la prensa burguesa. Quien calumnia a las
victimas trabaja para el verdugo.
63. Podemos
afirmar que el único armado hasta los dientes en Senkata fue el Ejército. El
muro no se derribó con dinamitas sino con cientos de manos movidas por la ira
porque se sospechaba que el ejército estaba escondiendo allí los cuerpos que no
quería entregar. Los dos vehículos se incendiaron en la avenida donde estaba el
bloqueo y donde fue la masacre, a más de 200 metros de la planta (fácilmente
verificable en google maps) imposible que haya sido con la intención de
incendiarla, la única intención fue resistir la represión. Además, si querían
volar la planta los bloqueadores tuvieron una semana ¿porque elegir el día que
estaba todo el ejército? también convenía hacerlo desde la avenida Arica que
tiene acceso directo a la planta. Pero lo que derriba por completo este
artilugio que pretende justificar una masacre, es que la gran mayoría de los
bloqueadores eran de Senkata, esto quedó demostrado con los asesinados, heridos
y presos ¿Cómo se puede suponer que querrían cometer un atentado donde sus
familias serían las primeras víctimas y sus propias casas destruidas?
64.
Todo esto queda demostrado con los procesos a
los detenidos, suspendieron
audiencia tras audiencia por falta de pruebas, todo indica que sembraron pruebas a dos detenidos, pero con el inconveniente de que
aún esto es insuficiente para justificar la masacre. Para mantener el discurso
de terrorismo y aplacar la voz de los familiares decidieron dar a los detenidos prisión
domiciliara mientras mantuvieron
los procesos. Esto de por si demuestra la falta de pruebas ¿Qué mejor para el
gobierno de Añez que
demostrar el terrorismo? Pero no pudo hacerlo porque fue toda una gran farsa. Finalmente decidieron archivar el tema.
65.
Conscientes de que el discurso de terrorismo
flaqueaba, el gobierno llego al disparate de decir que el ejército no disparó
balas de plomo. El informe del CIDH, comisión de derechos humanos de la ONU,
además de catalogar de masacre lo ocurrido, instó al gobierno a convocar una comisión
técnica internacional que haga una prueba de balística en la zona, pero Añéz terminó su gestión sin dar
respuesta.
66.
Tampoco se demostró que el bloqueo de Senkata
haya estado organizado por el MAS. Fue resolución de los cabildos espontáneos y
masivos mantener el bloqueo hasta lograr las demandas, entre las que no estaba
el retorno de Evo como ya dijimos. Familiares de víctimas y detenidos acusaron
con nombre y apellido en conferencia de prensa a los candidatos masistas que decían representarlos usando su dolor de escalera
política. Se pronunciaron
una y otra vez independientes del MAS. Esto refuerza lo que venimos afirmando
en todo el documento, el MAS no organizó ni lideró
las movilizaciones de El Alto.
IX)
La
“Santa Alianza” tras la mentira de que el MAS organizo la lucha en Senkata y en
todo El Alto
67.
Nuestras afirmaciones contradicen el discurso de
toda la prensa de esos días,
y no sólo la alineada al gobierno de Añez. Está claro que a ésta para justificar la masacre le interesaba acusar a los movilizados de masistas
para que se creyera que
habían terroristas y vándalos pagados por el MAS con la intención de retomar el
poder. Pero también al MAS le convino este discurso ya que después de haberse evidenciado que las
masas no salieron a las calles a sostener a su gobierno, le convenía que se creyera que era capaz de
movilizarlas y dirigirlas, en base a eso se mostró con poder para negociar con el gobierno de Añez y amenazar
con revueltas y cosas por el estilo, así consiguió ser el primer partido en
inscribirse para las elecciones. Los familiares han acusado este oportunismo
del MAS como ya dijimos y también han señalado como los ha perjudicado de cara
a la opinión pública la comisión internacional alineada al MAS que estuvo un
día en Senkata con la única intención de sacar provecho político para ese
partido y que no hizo nada concreto por los detenidos y por el reclamo de
justicia por las víctimas.
68.
A las variantes burguesas interesadas en mostrar
a los masistas como orquestadores de todo, se les sumó un aliado inesperado,
las organizaciones de izquierda que fueron furgón de cola de los golpistas y
que pretenden justificar su política a cualquier costo.
69.
Lo más grave de este discurso, con tantos
adeptos, es que a la vez que sirve a las distintas variantes burguesas,
desampara a las familias de escasos recursos víctimas de la masacre y que andan
peregrinando por justicia. Al
punto que el MAS, con mayoría en el parlamento, ni siquiera hizo aprobar una
ley para dar renta vitalicia a los damnificados.
X)
Contradicciones
aparentes
De lo expresado hasta aquí es
natural que surja la siguiente pregunta:
70.
¿No hay contradicción al decir que se debía participar
del movimiento contra el fraude en cierto momento, y que también se debía
participar del movimiento contra el golpe?
71.
Depende de la forma en base a criterios de
clase. Si se dice que participar contra el fraude contribuía en todo tiempo a
la reacción, entonces, o bien se asume una posición fatalista ante el golpe: el
proletariado y demás clases explotadas no podían impedirlo de manera alguna, o
bien masista: la única forma de evitarlo era salir a apoyar el fraude del MAS.
72.
Por el contrario, sólo un movimiento de clase
independiente que le disputase la dirección a la burguesía tradicional era
capaz de evitar un golpe de derecha, bien sea alentando una salida
revolucionaria o al menos elevando el rol independiente de las clases
explotadas al colocarlas como árbitros de nuevas elecciones. Al aparecer los
motoqueros denunciar que lejos de “paladines de la democracia'”, eran bandas
fascistas armadas, antagónicos a nuestros intereses y que debíamos confrontar.
Esto significa: disputar la dirección política incluye disputar la dirección
física, para ese fin era
imprescindible la conformación de milicias obreras. Si nos reconocíamos incapaces de
hacerlo, entonces ya no tenía sentido seguir en ese movimiento. Pasar a la
denuncia, alertar el
desenlace hacia el que se dirigía, y continuar organizando a la clase obrera para que enfrente a la
reacción. Nótese que
diferente es esta política de intervención de la clase obrera en el proceso de
lucha con una política y armamento propio, a la de la LORCI, que sin considerar
la intervención del proletariado en el conflicto afirmaba días antes del golpe
“el papel decisivo está en manos de las FFAA como garantes del orden y la
estabilidad”[i]
postrándose desesperadamente ante la institución burguesa por excelencia que es
el Ejercito. Ciertamente, el conflicto había pasado a tener que resolverse por
métodos violentos, y era necesario enfrentar al movimiento reaccionario, pero
una organización revolucionaria sólo puede apoyarse en las clases
revolucionarias para resolverlo, jamás en las fuerzas represivas del Estado.
73.
No habría quienes tuvieran mayor legitimidad
para participar en las movilizaciones contra el golpe que aquellos que
enfrentaron al sector burgués que finalmente lo dio, disputándole
la dirección de la lucha contra el fraude, y que al mismo tiempo
denunciaron oportunamente la cuota de responsabilidad del propio MAS que nos
condujo a esa situación. Quienes ven una contradicción en esta política, o bien
se posicionan en el campo del MAS o bien en el de la burguesía tradicional. En el primer campo encontramos a la
LORCI, al no plantear una política independiente para enfrentar el fraude en
los hechos lo apoyo y con un llamado desesperado se postró ante las FFAA. En el
segundo, la izquierda que apoyo el movimiento contra el fraude de
principio a fin, sin importar si la dirección todavía estaba en disputa o si ya
se había decantado a favor de un sector de la burguesía, y que luego satanizo
todo movimiento contra el golpe, evito entrar en aparentes contradicciones, se
posicionó siempre en el bando de la burguesía tradicional, a su manera fue
consecuente.
XI)
Sobre la co-gestión de la crisis de estos meses y
la movilización
de agosto:
74.
Si
el golpe no se vio forzado a avanzar hasta cerrar el parlamento
con mayoría masista,
fue porque el MAS se mostró
desde el principio predispuesto a ponerlo al servicio de la política gubernamental. Empezó dándole un manto de legalidad
que le permitió mayor estabilidad para proceder con las masacres. Los meses
siguientes, más allá del discurso, ambos partidos co gestionaron la crisis en favor del
capital. Las únicas
leyes en las que el parlamento mostró resolución
fueron las referidas a las elecciones. En todo lo concerniente a las
necesidades apremiantes de la población
en la pandemia el Parlamento
fue aliado del gobierno en retrasar leyes o directamente no tratarlas. En lo
referido a los despidos masivos que azotan a la clase obrera el Parlamento no
aportó nada.
75.
Durante esa cogestión de la crisis se da la lucha de
agosto, que camuflada con demandas populares escondía un único interés
electoral. Una vez acordada la fecha de elecciones y de garantizar la personería jurídica del MAS, este
partido desmovilizó y no lucho por ninguna medida que alivie la situación de
las masas.
76.
El conflicto demostró que el MAS mantiene la dirección en importantes
sectores de masas mediante sus burócratas
y que sigue siendo el único partido capaz de desempeñar un rol de contención.
77.
Aquí
se vuelve a comprobar que los
bonapartismos que
extraen su poder de la
organización de masas, aun cuando sea mediante cooptación sindical u paralelismos, no pueden devenir en Fascismo, cuya
premisa es la derrota física
de esas organizaciones (aunque luego pueda reconstituirlas como apéndices estatales).
78.
Durante el conflicto se posicionó la consigna de “fuera
Añéz”, independiente a la dirección
masista que no le convenía
porque podía retrasar
aún más las elecciones. Es importante mencionar que el grado de independencia respecto del MAS alcanzado en
agosto fue menor al que hubo en noviembre pasado. Como muestra un botón: En agosto quien convocó y dirigió el Cabildo que desmovilizó fue la FEJUVE masista de
Villasantes de El Alto. En
noviembre, en cambio, como ya
mencionamos, las masas desconocieron la FEJUVE de Villasantes. Es importante repetirlo porque el cerco mediático aplicado en
noviembre hizo creer a muchos, incluso desde la izquierda, que todo fue
digitado por el MAS.
XII)
Elecciones de Octubre: El MAS vuelve al poder:
79. Muchos especulaban que la burguesía
tradicional no permitiría la vuelta del MAS al poder. Que lo evitarían con
fraude o con un nuevo golpe. Razonaban mas o menos así: ¿Para qué habrían hecho un golpe hace menos de
un año si ahora van a entregar el poder pacíficamente? Pero ese razonamiento
subestima el poder de torsión de la columna vertebral del MAS. Desesperados por
negociar desde el momento mismo del golpe, lo que menos se podía esperar de su
parte era firmeza.
80. Vale decir que negociar con la
burguesía tradicional es hacerlo con el imperialismo yanqui del cual es su
agencia. La posición de éste, a pesar de que atraviesa una profunda crisis, se
reforzará en Bolivia respecto a su posición en el gobierno de Evo Morales. Esto
no es contradictorio. El golpe mostró que el MAS perdió en gran medida
ascendencia en las masas, pero era justamente eso lo que le permitía maniobrar
entre los imperialismos afectando en cierta medida al más fuerte de ellos.
81. Pero también hay otro elemento más
importante para explicar el repliegue “pacifico” de la derecha tradicional. El
haber confundido el desgaste del MAS con la desmoralización de las masas. En
pocos días después del golpe comprobó que en éstas se conservan grandes
reservas combativas. Al no lograr derrotarlas el gobierno de Añéz fue sumamente
inestable. Las movilizaciones de agosto demostraron que el MAS si bien perdió
apoyo militante, aun puede dirigirlas mediante sus burócratas y contenerlas. Es
sin lugar a dudas el único partido que puede desempeñar ese rol. Y dado que el
equilibrio de fuerzas entre las clases se mantiene en gran medida, ese rol es
fundamental para asegurar una estabilidad socio política que permita la
acumulación de capital. Contrario a lo que parecía a fines del 2019, el MAS no
es, para el capital nacional y transnacional, un trapo viejo que haya agotado
su vida útil.
82. Las masas, evidenciando que en el
golpe se constituyó un frente único de la vieja derecha con ropaje colonial
donde confluyeron todos los partidos de oposición al MAS, que primero masacró y
que luego durante la pandemia no disimuló en lo más mínimo su esencia burguesa,
creyeron necesario replegarse hacia el gobierno que consideran más de izquierda
y popular. No fue un voto esperanzado sino como “mal menor”. Por supuesto
pasaron por alto que el MAS desde el Parlamento cogestiono la crisis como ya
señalamos.
83. Sin embargo el gobierno del MAS será
inestable. La estabilidad socio política no podrá durar mucho bajo los golpes
de la inestabilidad económica que es un hecho. Su rol de contención dependerá
cada vez en mayor medida de amordazar a las clases explotadas mediante una
férrea burocracia sindical. Concesiones a las masas están descartadas, más al
contrario profundizará la descarga del peso de la crisis que ya aplicaba los
últimos años. Todo esto significa el aumento de su carácter bonapartista, se
apoyará en medida creciente en las FFAA, la fiscalia, los juzgados, las
cárceles, para disciplinar y amedrentar a los trabajadores.
84. Esta política, despótica hacia los
pobres, se complementa con la sumisión ante la burguesía tradicional y el
imperialismo. La conciliación con ellos en el marco de la crisis, la
radicalización de la situación con tendencia a los extremos, sólo puede
significar su capitulación ante esos actores. Sólo de eso trataron las amenazas
y bloqueos caricaturescos en las elecciones. Saben muy bien que para ellos
arrancarle concesiones al MAS es tan fácil como hacer lo propio con las plumas
de una gallina. Si la burguesía tradicional, afincada sobre todo en la gran
industria de Oriente, se fortaleció tanto los últimos años fue gracias al MAS.
Luego de la guerra del gas la correlación de fuerzas era tal que era posible
sepultarla junto con el latifundio. El MAS la rescató y desde entonces no dejo
de darle dádivas: incremento de frontera agrícola, legalización de desmontes,
subsidios en diesel, aportes de trabajadores para sus negocios, marco legal
para transgénicos, etc. Esa tendencia se profundizará con el nuevo gobierno de
Arce.
85. La necesidad de independencia
política de los explotados se ve así claramente expresada. No tiene sentido
hablar de mal menor entre las variantes burguesas porque todas son necesarias
para el funcionamiento del sistema. Antagónicas en el sentido de que no pueden
gobernar simultáneamente y que así intentan desplazarse, son sin embargo,
políticamente complementarias.
86. Sólo una política independiente de
la clase obrera, encaminada a recuperar los entes matrices en manos de los
burócratas y a la conformación del partido revolucionario de los trabajadores,
podrá enfrentar victoriosamente tanto al gobierno del MAS con las instituciones
estatales coercitivas, como a la derecha tradicional que continuará organizando
sus grupos de choque de tintes fascistas. Ante el avance del escenario
reaccionario la clase trabajadora sabrá defenderse y conformar milicias
obreras. La crisis económica que radicaliza la situación se desarrolla en un
escenario donde las masas, si bien contenidas por direcciones traidoras,
mantienen sus posiciones. No han sido derrotadas, por el contrario, las grandes
luchas aún están por venir. El avance de la RJC y de la UJC demuestra el atraso
de la clase obrera respecto de las tareas del momento. De no atenuarse la
crisis (y no hay indicios en ese sentido) la situación puede volverse pre
revolucionaria en muy pocos años. La situación no es para nada desesperada pero
el tiempo corre. Los elementos de vanguardia deberán acelerar la comprensión de
estas necesidades por las masas para que a la primera oportunidad pasen de la
defensa al ataque para la toma del poder por la clase obrera y el campesino
pobre a la cabeza de su partido revolucionario.
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