EL APARATO REPRESIVO DEL ESTADO BURGUÉS Y LA MUJER
(Karl Marx. El Manifiesto Comunista)
Hablemos de la naturaleza del Estado y sus órganos de represión: ¿Diablito…para quien gobiernas?
“El Estado representa la organización de clase del poder político que defiende y afianza los pilares en que se asienta el dominio de tal o cual clase”[1]
La pregunta que surge es el por qué la burguesía o clase explotadora tiene el dominio político siendo que su número es muchísimo menor en relación a la clase trabajadora o explotada.
Para Lenin la existencia del Estado está vinculada a las clases sociales, que surgen con la aparición de la propiedad privada y con la desigualdad económica. Por otro lado Federico Engels explica en su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, que hubo un periodo en el que no existía el Estado, en el que las sociedades se mantenían por la costumbre (vínculos generales, la disciplina y la distribución del trabajo), las tradiciones, a través del prestigio y respeto que gozaban los viejos de la tribu o las mujeres que con frecuencia, no sólo gozaban de los mismos derechos que los hombres, sino ocupaban una posición más alta; una época en la que no existía una categoría especial de personas para gobernar.
En ese sentido el surgimiento del Estado es producto de las irreconciliables contradicciones de clase, ya que se forma al momento en que estas contradicciones no pueden ser ajustadas. Finalmente, Lenin plantea en el folleto Acerca del Estado: “que esta institución-estructura es un aparato destacado de la sociedad formado por un grupo de personas que se ocupan únicamente, o principalmente de gobernar, estos se elevan sobre la sociedad y se les da el nombre de gobernantes, de representantes del Estado. Este aparato, este grupo de hombres que gobierna a los demás, se apodera siempre de cierta máquina de coerción, de una fuerza pública. Pero además del empleo de la fuerza, el Estado utiliza el impuesto y las deudas para mantener bajo control a los trabajadores asalariados” (V.I. Lenin: Acerca del Estado 1919).
Por lo tanto, el poder económico que tiene la burguesía debido a que es dueña de los medios de producción y con esto de la apropiación que hace del trabajo de los obreros que son, en última instancia, productores de la riqueza del empresario, ya que por sí solas las máquinas no producen si no es con el esfuerzo del trabajador.

Sin embargo para poder realizar esta acción de dominio, utiliza sus aparatos coercitivos (el legislativo, el judicial, la policía y las fuerzas armadas) para su beneficio permitiéndole permanecer en el poder y así impedir que la clase trabajadora y los sectores empobrecidos no se hagan del mismo, porque debe quedar claro que en 125 años de “independencia” el Estado se posicionó como guardián de los intereses de la burguesía o clase explotadora, por lo tanto no nos representa, no es nuestro Estado.
Empecemos caracterizando política, social y económicamente al Estado Boliviano, donde en la CPE en su artículo 1: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías”, donde el derecho regula la vida del Estado, que es producto de la clase dominante, es decir, la burguesía.
Cuando en realidad Bolivia es un país de capitalismo atrasado, de desarrollo desigual y combinado donde perviven formaciones económico-sociales precapitalistas subsumidas al capitalismo que a su vez se encuentra supeditada al capitalismo mundial en su fase superior que es el imperialista (Tesis de Pulacayo 1946 y Tesis Socialista de la COB 1970), porque no ha regido su economía, es decir, no se desarrollaron las fuerzas productivas, tampoco la industria, no se ha establecido la reforma agraria que elimine el latifundio, ni de liberación nacional. Por lo tanto, no es un país libre, independiente y menos soberano.
Solo por poner un ejemplo, en su momento el MAS actuó de manera consecuente con su carácter de clase protegiendo los intereses de la burguesía por encima de los intereses del pueblo y la clase trabajadora, clara muestra fue que, producto de sus constantes reuniones con el sector agropecuario de Santa Cruz, se resolvió dar tierras fiscales y créditos “productivos” destinados a maquinarias y sistemas de riego, dinero que salió de los aportes de las trabajadoras y trabajadores bolivianos. Esta decisión fue consensuada con los empresarios privados del sector agropecuario de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz Bolivia (CAINCO), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (CAPPO) y la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo. (Urgente.bo 16/01/2017).
Ni mas ni menos que la crema y nata del poder económico de Oriente, que por cierto fueron los últimos en quitarle su apoyo al gobierno del MAS en el conflicto del 2019 y propiciaron de esa manera la caída del gobierno de Morales, pero en enero del mismo año la Confederación de Ganaderos de Bolivia (CONGABOL) regaló al presidente Evo Morales, un caballo valuado en 60 mil dólares. La misma crema y nata que fue beneficiada por el gobierno de Ánez para establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, genéticamente modificados en sus diferentes eventos, destinados al abastecimiento del consumo interno y comercialización externa detallado en el único artículo del Decreto 4232, aprobado este 7 de mayo y publicado en la edición de la Gaceta Oficial 1266NEC (Los Tiempos 08/05/2020).
Por ello es que la liberación social de la clase obrera no puede producirse en el marco del actual sistema que, en el mejor de los casos, le concede al trabajador algunos derechos políticos, le asegura cierta protección creando la ficción de que se está asegurando su bienestar, pero no le liberan del régimen de explotación asalariada, situación por la cual el marxismo sostiene que el Estado es, por naturaleza, enemigo de la clase obrera. Por lo tanto, el Estado no se constituye como un órgano que vela por los intereses de la mayoría como tendenciosamente nos han hecho creer y nos repiten casi a diario, en realidad es un ente que vela precisamente por mantener el “orden público”, o mejor reprimiendo cualquier alzamiento insurrecto que ponga en riesgo el orden establecido, que beneficia a esa minoría llamada burguesía; en otras palabras el Estado burgués, que es el instrumento de la burguesía, posee órganos que están encargados de controlar cualquier acción colectiva que ponga en riesgo esa hegemonía, haciéndolas efectiva mediante sus aparatos represivos. Recordemos que en la teoría marxista el aparto de Estado comprende: el gobierno, la administración, el ejército, la policía, los tribunales, las prisiones, etc., que constituyen lo que llamamos aparato represivo de Estado. Puesto que cuando se trata de la seguridad de la población, poco esfuerzo se realiza, pero cuando la clase trabajadora y sectores empobrecidos salen a las calles por justas reivindicaciones, el Estado con su aparato represor utiliza toda su capacidad de despliegue para reprimirnos e imponerse.
Hablemos de Violencia ejercida contra la mujer y los niños por pate de los órganos de coerción.

En efecto, no es casualidad que las intervenciones del aparato represivo siempre están seguidas de denuncias de violación a los derechos humanos y un recrudecimiento de la violencia, esto se explica en términos generales por que la instrucción que reciben no es precisamente de defensa y respeto a la vida de las personas, defensa de la población, sino, de ataque al “enemigo”. Esta instrucción violenta antagónica al respeto y defensa de la vida en muchos casos prácticamente es institucionalizada al extremo de cometer crímenes entre homicidios y violaciones que quedan en la impunidad, donde lo judicial encubre a lo policial y en muchas ocasiones corrompe e involucra a instituciones del Estado. Solo por mencionar uno: Una niña de 13 años abusada sexualmente en Cochabamba el 2019 donde estaban implicados 7 policías, la familia rodeada de amenazas y amedrentamiento, desistió en la demanda. Para agravar el asunto en 2018, la abuela de la víctima denunció que su nieta fue violada por un funcionario policial con grado de cabo, uniformado que se dio a la fuga tras enterarse de la orden de aprehensión en su contra. La Policía hasta la fecha no lo capturó, pese a la denuncia (Pagina 7 04/04/2019).

Muchas mujeres y niños buscan la forma de “sobrevivir” en sus hogares donde constantemente son agredidas de manera psicológica, física y verbal que llega al extremo del feminicidio. El año pasado cerramos la gestión con más de 116 casos de feminicidio y 66 infanticidios, el presente año el panorama no se hace para nada alentador con 60 feminicidios registrados hasta el pasado 05 de julio, por otro lado, desde enero a mayo, 663 niñas menores de 15 años quedaron embarazadas, la mayoría de estos casos fueron producto de violaciones de entorno cercano (Celia Taborga ATB primera edición 8/07/2020). Sin embargo, todo el aparato represivo del Estado que en teoría debería proteger y prevenir estos delitos, no tiene ni la formación ni la especialización para dicho objetivo, en realidad son especialistas para la represión, persecución de dirigentes, montaje, matonaje, etc., con el objetivo de mantener el orden burgués establecido, garantizar la explotación de la clase trabajadora y así garantizar las ganancias de los empresarios.
Pero, ¿Cuál es la respuesta del Estado y los diferentes gobiernos frente a la problemática de la violencia contra mujeres y niños?
Muy poca o ninguna. Es de conocimiento público que, en el gobierno del MAS el año 2013 se aprobó la ley 348 para “garantizar” una vida libre de violencia a las mujeres … desde la promulgación de dicha ley …. mujeres han sido asesinadas, mientras que el excelentísimo Evo Morales se hacía famoso también por sus constantes burlas cargadas de machismo. Por otro lado, la señora Ánez, entre lágrimas, se limitó a decir en enero que el 2020 sería el “año internacional de lucha contra el feminicidio y que su gobierno se dedicaría a ayudar a las víctimas de violencia y a cuidarlas y proteger a sus familias (Agencia EFE 13/02/2020). Entonces queda claro que todo lo emanado desde el legislativo y ejecutivo, expresado en leyes en contra de la violencia hacia la mujer y los niños, no son más que discursos y papel mojado, parches que no solucionan la cuestión de fondo.
Las mujeres son víctimas de sus agresores, pero también son víctimas del Estado que no vela por su seguridad, puesto que el aparato judicial, mediante los juzgados las re victimiza, porque presentar una denuncia es tortuoso hasta el punto de que muchas desisten de seguir con la demanda. Donde se expresa la impunidad en muchos casos, de los 116 feminicidios registrados el año pasado, según la fiscalía, solo 22 tienen sentencia condenatoria, 10 cuentan con acusación formal, 52 con imputación, 18 están en etapa preliminar y cuatro con rechazo, siendo la retardación de justicia un padecimiento más para las familias dolientes.
Está claro que, al Estado capitalista, con cualquiera de sus variantes burguesas, no le interesa la vida, no le importa para nada el tema de la violencia contra la mujer y los niños, a pesar de las alarmantes cifras que ya hemos expuesto no se toman medidas que den “tranquilidad” a las familias de todas esas mujeres y niños asesinados. Más al contrario se demuestra que su prioridad está en fortalecer a sus órganos represivos por excelencia para eso, para reprimir y no para prevenir o perseguir delitos, por ejemplo, una de las primeras acciones del gobierno de la presidenta transitoria Jeanine Áñez fue aprobar el Decreto Supremo 4082 donde se asigna 34,7 millones de bolivianos del Tesoro General de la Nación a las Fuerzas Armadas de Bolivia para su equipamiento (Periódico los Tiempos 18/11/2019).
Desde Mujeres Socialistas Revolucionarias, Juventud Socialista Revolucionaria y Fabriles Socialistas Revolucionarios manifestamos que mientras vivamos en una sociedad de clases, donde la burguesía es la dominante sostenida por su aparato policial y judicial, la posición de las mujeres y niños dentro el seno de la familia y el ámbito social será siempre desvalorizado, llevándolos a consecuencias fatales. En ese sentido convocamos a unirse a nuestra causa, porque creemos que es posible la construcción de una Sociedad sin clases más justa y equitativa, sin explotación, sin opresión, sin represión, sin violencia y feminicidios basado en la igualdad que solo es posible a través de la lucha conjunta por el socialismo.
[1] Los fundamentos de la filosofía marxista. F. V. Konstantinov
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