¿CUÁL LA IMPORTANCIA DE LAS HUELGAS EN EL MOVIMIENTO OBRERO?
Publicado en Junio de 2016//
Las huelgas se han convertido en la sociedad capitalista en
un fenómeno natural e inseparable del propio sistema. El Estado Plurinacional
de Bolivia es un Estado burgués que se desenvuelve bajo el régimen capitalista
(donde unos pocos explotan a muchos trabajadores), por lo que la huelga no es
extraña en nuestro país, más cuando la crisis económica el gobierno y la
patronal quieren descargarla en las espaldas de los trabajadores. Las huelgas
se multiplican a medida que avanza la crisis y el ataque de la patronal y el
gobierno hacia los trabajadores. A medida que avanza el hambre y la
desocupación, los obreros comprenden que la huelga es una forma de lucha de
clases.
¿Cuáles son los intereses de empresarios y obreros?
El hecho de que todos los medios de producción (empresas)
estén en manos de unos pocos propietarios, permite a estos, utilizar para su
enriquecimiento personal el trabajo de miles de personas que no tenemos más
tesoro que nuestra fuerza de trabajo. Por un día de trabajo de ocho horas o
más, los patrones alquilan la fuerza de trabajo de los obreros, pero nos hacen
trabajar al máximo, y al final el jornal que nos pagan no representa la gran
producción realizamos, sino mucho menos. De ahí viene la explotación.
Entonces los patrones tienen el interés de obtener la máxima
ganancia posible al menor costo, no importa lo que tengan que hacer. Para
obtener está máxima ganancia, tratan de que la materia prima y la mano de obra
sean lo más barato: por eso fijan los salarios más bajos posibles y sólo lo aumentan
cuando se ven obligados, o cuando pueden tratan de reducirlo. También cuando
pueden, echan a los obreros “caros” que tienen familia y demandan mayores
beneficios sociales para contratar a otros que acepten bajos pagos. En época de
prosperidad o de temporada alta (por ejemplo ahora que por San Juan empresas
como Dillman venden mucho más) los patrones no reparten entre los obreros las
grandes ganancias, se lo embolsillan ellos solos; pero en época de crisis,
cuando las ganancias merman no piensan en resignarse y enfrentar la situación
ellos solos, sino que descargan la crisis en nosotros los obreros, aumentando
los precios de las mercancías, o reduciendo personal y bajando salarios.
Contra estos intereses de la patronal chocan los nuestros.
Los obreros queremos vivir lo mejor posible. Queremos sostener a nuestras
familias dignamente, con una vivienda cómoda, vestimenta abrigada y una
alimentación abundante y sana; hacer estudiar a nuestros hijos para que mañana
puedan defenderse mejor que nosotros. Para ello exigimos salarios que estén
acorde con el costo de la vida, en cuanto a las condiciones de trabajo luchamos
porque sea lo más estable y seguro posible.
Como vemos, los intereses de los patrones y los nuestros
chocan bruscamente, porque el interés de la patronal de máxima ganancia, choca
con el interés obrero de máximo bienestar. Las posiciones burocratizadas que
intentan conciliar por la vía del “diálogo” estos intereses opuestos, han
fracasado irremediablemente, porque el patrón se resiste a toda concesión y el
obrero reclama satisfacción a sus legítimos derechos. ¡Esto es la lucha de
clases!!!
El obrero reclama lo que considera justo, el patrón se
resiste. Esta resistencia es poderosa porque el patrón tiene los medios de
producción, el capital, la policía, el poder judicial y al mismo gobierno
(Ministro de trabajo Trigoso es un gran ejemplo) de su parte, y pueden echar a
los obreros si lo desean, porque siempre hallarán a otros trabajadores
necesitados en la puerta de sus fábricas, dispuestos a trabajar por lo que les
den.
Frente a esta fuerza tan poderosa, los obreros cuando nos encontramos solos y aislados, nos encontramos indefensos. Muy distinto es cuando los obreros nos organizamos y nos unimos en masa. Lenin decía:
“Cuando los potentados capitalistas se enfrentan a obreros desposeídos que actúan individualmente, esto equivale a la plena esclavización de los obreros. Pero cuando estos obreros se unen, la cosa cambia”
Y en efecto es así, los obreros
unidos y organizados reclamamos pacíficamente nuestros derechos y
reivindicaciones. Si la patronal se resiste, todos debemos ir a la huelga como
un solo hombre. Entonces todo el capital, toda la riqueza del capitalista de
nada sirve, puesto que no pueden reportar ganancia alguna al no haber obreros
que trabajen con los instrumentos y materiales de los patrones. El único
remedio que a la patronal le queda es hacer desatar la represión policial y
militar sobre nosotros los trabajadores y nuestras familias, o acceder a
nuestros reclamos.
También decía Lenin:
“Cuando los obreros se enfrentan solos a sus patrones, siguen siendo verdaderos esclavos, que trabajan eternamente para un extraño por un pedazo de pan, como asalariados eternamente sumisos y silenciosos. Pero cuando los obreros reclaman juntos sus reivindicaciones y se niegan a someterse a quienes tienen la bolsa de oro, entonces dejan de ser esclavos, se convierten en hombres…las huelgas infunden siempre espanto a los capitalistas, porque comienzan a hacer vacilar su dominio”
La importancia de las huelgas radica precisamente en esto
último que dice Lenin. La huelga es una demostración de la unidad de los
trabajadores (unidad que los patrones y el gobierno permanentemente tratan de
destruir), y también es una muestra de que su dominio puede ser destruido si se
enfrentan a la gran masa de trabajadores organizados, y juntos podemos hacer
retroceder al gobierno con sus políticas neoliberales que no tienen otro fin
que el de hacernos pagar la crisis económica que ellos han creado.
Contra las políticas neoliberales del gobierno
contra la opresión y explotación patronal,
unidad de los trabajadores
con la huelga y movilización en las calles
como principal instrumento de lucha.
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