ACERCA DE LAS DONACIONES Y LOS CRÉDITOS DURANTE LA CRISIS DEL COVID-19

Llevamos ya 36 días de cuarentena total[1], y a estas alturas quedó claro que esta medida fue asumida simplemente porque no tenemos las condiciones sanitarias mínimas para enfrentar un contagio masivo. Baste decir que, según la OMS el requerimiento mínimo de Unidades de Terapia Intensiva (UTI), para “tiempos normales”, es de una UTI por cada 10.000 habitantes.
En Bolivia deberían existir 1.163 UIT’s, pero sólo existen 430, de los cuales el 60% (258) pertenecen al sector privado a los que sólo se puede acceder si se tiene el dinero para pagar, 172 UTI’s (40%) están repartidos entre los hospitales públicos y los hospitales de las CAJAS[2]. Si tomamos en cuenta que a los hospitales de las Cajas sólo tienen acceso los asegurados afiliados, de las 430 UTI´s existentes en Bolivia máximo se llega a unas 80 unidades para el sector público que usamos la gran mayoría del pueblo boliviano, ese 80% que ahora todos saben vivimos al día. Por lo que la muerte de personas por la falencia de estas unidades está garantizada no solamente ahora con la crisis sanitaria por el COVID-19, sino que ya estaba garantizada desde antes. Recordemos por ejemplo que el hospital Vietma de Cbba, el único hospital público de tercer nivel en ese departamento siempre ha estado colapsado, y la gente muere en las puertas por no poder acceder a una unidad de Terapia.
Esta precariedad en el sistema sanitario obviamente obliga a que se tengan que asumir medidas extremas como la cuarentena total, para evitar un contagio masivo, el colapso de la minúscula capacidad de UTI’s que tenemos y la muerte cuantiosa de personas. Por lo que el objetivo de la cuarentena no podría ser otro que el de utilizar ese tiempo para destinar todos los recursos estatales, donaciones y créditos, para mínimamente equipar el sistema de salud y cerrar esa brecha de UTI’s que se tiene en el país. De esa manera tener las garantías de levantar la cuarentena total que está asfixiando al máximo la economía del país y a todas las personas que viven al día y hoy no tienen con qué comer. La cuarentena no puede ser eterna.
En este sentido, para poder levantar la cuarentena con la garantía de que se ha mejorado la capacidad del sistema de salud para enfrentar un contagio masivo, se debería poder responder algunas preguntas claves ¿cuánto está recibiendo en forma de donaciones y créditos el país? ¿qué se está haciendo efectivamente con esos recursos de donaciones y créditos? Finalmente ¿hemos mejorado el sistema de salud con la implementación de test masivos, UTI’s necesarias y otros?
Sobre las donaciones recibidas
Desde el inicio de la cuarentena total hemos recibido noticias de diferentes donaciones que empezaban a llegar al país, de diferentes tipos. Una de las primeras fue la de la Fundación Alibaba de China[3], la cual consistía en 100.000 barbijos, 20.000 kits para diagnóstico y cinco respiradores médicos. Como este tipo de donaciones en especie se han recibido por montones, lamentablemente no existe un medio de comunicación oficial del gobierno que haya sistematizado la cantidad, la cualidad y el destino de esas donaciones.
Pero también están las donaciones en dinero, de las cuáles se sabe mucho menos, a cuánto haciende la cantidad donada del exterior y del interior del país, y cuál es el destino que se le está dando a estas donaciones. Lo que hasta ahora tenemos es poca información y sobre todo contradicciones que preocupan.
Por ejemplo, una nota del diario Página Siete del 8 de abril dice que, según el Ministerio de Planificación el país habría recibido 1,4 millones de dólares[4], y se expone un detalle de las organizaciones donantes con los montos. Existe un comunicado al respecto que sigue colgado en la página oficial del Ministerio de Planificación y no hay ninguna actualización.[5]
Un día antes a la publicación de Página Siete, el diario Opinión de Cochabamba hacía otra publicación referente a las donaciones y las controversias que estas estaban generando, citando a la presidenta Añez quien pide que confiemos en su gestión que se estaría realizando con transparencia. Pero los datos que en esta edición del diario Opinión se lanzan son abismalmente diferentes; según este diario el Diputado Borda del MAS afirma que el gobierno ya habría recibido “cinco millones de euros de la Unión Europea (UE), 21.5 millones de euros del gobierno de Italia y 4.5 millones de dólares de Japón. Además, la comunidad internacional habría garantizado una donación de 100 millones de dólares, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 20 millones de dólares y el Banco Central de Bolivia (BCB) habría prestado al Estado 1 millón en la misma moneda”[6]. Estas dos versiones nos llevan a la conclusión de que alguien tendría que estar ocultando o mintiendo sobre este tema.
Son contradicciones que no podemos dejar de lado, y nos tiene que poner en estado de alerta, ya que el común de la población como somos los trabajadores fabriles no podemos acceder a información oficial, sistematizada y transparente que nos de certidumbre de que los destinos de esos recursos de donación sean para combatir efectivamente la crisis sanitaria causada por el COVID-19, más cuando se nos informa que en el SICOES, donde deberíamos poder observar las compras que el gobierno está realizando para mejorar el sistema de salud, no tiene datos de adquisiciones actuales[7].
Sobre los créditos internacionales
Además de las donaciones, están los créditos que el gobierno de Añez a solicitado a organismos internacionales a título de enfrentar la crisis sanitaria, por ejemplo la solicitud al FMI mediante el Instrumento de Financiamiento Rápido IFR y que este organismo ha aprobado previa aceptación por parte del gobierno de una condición que es “alcanzar en el mediano plazo un déficit fiscal sostenible”. Esto significa que se estaría previendo una masacre blanca en las instituciones y empresas estatales, o la no ampliación de ítems como salud y educación. En la misma nota de Pagina Siete sobre las donaciones, y en el comunicado del Ministerio de Planificación se menciona estos créditos, que estarían gestionándose en el legislativo para que sean aprobados[8].
Estos créditos internacionales son de grandes cantidades de dinero, que se van a sumar a la deuda externa ya acumulada en los 14 años del gobierno de Evo Morales que asciende a 11 mil millones de dólares[9]. A la larga estos préstamos terminamos pagando los trabajadores y el pueblo empobrecido, ya que se paga con nuestros impuestos, con la riqueza que generamos con nuestro trabajo, con la postergación de salud, educación, de obras estructurales que nos beneficien ya sean carreteras, sistemas de agua para barrios, alcantarillados, etc. Por lo que es de vital importancia que los trabajadores del país nos opongamos rotundamente a estos créditos que al final sólo sirven para someter a la nación a los intereses del imperialismo, en lugar de eso debemos exigir que se paralice el pago de toda deuda externa que este año llegaría a 822 millones de dólares que se podrían usar para mejorar el sistema de salud.
Según las notas de prensa ya mencionadas antes, los créditos que están a puertas de ser aprobadas por el poder legislativo con 2/3 del MAS, serían de la Comunidad Andina de Fomento CAF con 50 millones de dólares y otra del FMI con 327 millones de dólares. ¿De aprobar el legislativo esos créditos, bajo qué condiciones lo harán?
Por su naturaleza sabemos que estos créditos de organismos internacionales al servicio del imperialismo yanqui se otorgan bajo condiciones que se imponen, ya sea de manera explícita como lo hacían durante los gobiernos neoliberales del pasado, o de forma encubierta como ocurría con el gobierno derechista de Evo Morales. Pero las condiciones siempre existen, y siempre esas condiciones implican el ataque a la clase trabajadora, con el estancamiento del salario, inflación de los precios de la canasta básica, ajustes en los precios de los diferentes bienes y servicios como gasolina, energía eléctrica, etc. O finalmente en la actual coyuntura la condición de esos créditos será para “salvar” a los empresarios y no para el sistema de salud.
En conclusión, y respondiendo a las preguntas hechas al inicio, no se puede saber a ciencia cierta cuánto es la cantidad de recursos que están ingresando al país vía donaciones ni en qué se las están utilizando, no sabemos en qué condiciones se aprobarán los créditos extranjeros ni en qué se los va a utilizar, y no sabemos cuánto se ha podido mejorar el sistema de salud para levantar la cuarentena y enfrentar las consecuencias de un contagio masivo.
Como Fabriles Socialistas Revolucionarios consideramos que la deuda tiene el objetivo de generar mayor dependencia del país al imperialismo, por tanto nos oponemos fehacientemente, y que para afrontar la crisis sanitaria el poder legislativo debería estar debatiendo de manera urgente es una ley que incremente el presupuesto de salud al 20% del PGN; una ley de impuesto a la riqueza que se aplique a los banqueros, agroindustriales, a los terratenientes, a la burguesía nacional y transnacional; y por otro lado debería aprobarse una ley de nacionalización (con control obrero y social) de nuestros recursos naturales, por ejemplo la empresa SUMITOMO de San Cristóbal que genera más de mil millones de dólares de utilidades al año, deja miserables impuestos, además de explotar y vulnerar derechos laborales de sus trabajadores y dejar una devastación ambiental en el país. Esas leyes se deberían estar debatiendo en el legislativo si es que son medianamente consecuentes con su discurso anticapitalista y de representantes de los sectores empobrecidos del país.
Pero sabemos que no lo van a hacer, ni al ejecutivo ni al legislativo les interesa nuestras condiciones de vida, ni hoy ni en el futuro, por lo que la única forma de poner nuestra riqueza al servicio del país es tomando el poder, destruyendo este sistema capitalista en decadencia y sustituyéndolo por un verdadero sistema socialista, donde la clase obrera defina su propio destino.
Finalmente, como FSR y JSR convocamos a la COB, COD, Federación de Fabriles, CSUTCB, y demás organizaciones sindicales del país resolver la inmediata auditoria para que las donaciones y todo recurso que ingrese al país sea destinado a mejorar el sistema de salud, con insumos, equipamiento, infraestructura, ítems y otros que garanticen salud, nuestras vidas y la de nuestras familias, hoy contra el COVD-19 y mañana contra todas las enfermedades que matan al pueblo empobrecido.
En consecuencia, los entes matrices de los trabajadores y campesinos, deben emplazar al Contralor General del Estado (Henry Lucas Ara Perez) a cumplir de oficio sus funciones que son auditar los ingresos de las donaciones y créditos adquiridos por Jeanine Añez, lo propio a la Asamblea Legislativa Plurinacional, de lo contrario son pasibles por omisión o posibles delitos tipificados por la normativa nacional. Si de dicha auditoría se devela usos indebidos deberán iniciar los procesos en la justicia ordinaria a todos los responsables, puesto que no puede utilizarse discrecionalmente recursos que vienen a paliar la crisis de salud del pueblo boliviano.

[1] En el siguiente enlace pueden leer nuestra posición sobre las medidas que debieron acompañar esta declaratoria de cuarentena total. https://www.facebook.com/notes/fabriles-socialistas-revolucionarios/en-bolivia-el-que-mejor-se-lava-las-manos-es-el-estado/3120131384698171/

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